Analizando la actitud y comportamientos de muchos pilotos españoles que tenemos casi todos parecen copias de los galácticos.
¿Qué hace un piloto cuando no está pilotando?
Visto lo visto: salen a correr, montan en bici y poco más.
La élite lo hace. Han creado unos patrones, unas costumbres y un conjunto de acciones que como el que sigue a una marca o a una persona con la que te sientes identificado, imitas.
Recientemente en Psicología aplicada al Marketing veíamos que la innovación, el salir de lo común marcaba diferencia, dejaba huella en nuestros clientes (espectadores, afición, posibles patrocinadores, etc.)
Yo no digo que no se salga a correr o que digan los kilómetros que hace cada uno todos los días... Digo que existen otras muchas posibilidades para que los pilotos muestren su formación, sus competencias, habilidades y que además, de forma creativa puedan llamar la atención y salir del patrón común en el que veo que se han metido.
Y es que no encuentro diferencia entre la ruta que hace uno y la que hace otro. Si corren por la playa o la montaña. Una vez pasado al estado de costumbre (ya lo hemos alcanzado), practicamente nos da absolutamente igual las rutas de cada uno, ya que sabemos que lo hacen cada día, con mayor o menor esfuerzo.
Si bien es cierto que un atributo muy positivo para añadir a la marca personal de un piloto es su condición de deportista, de saludable y sano, aportar algo más a esta rutina sería muy positivo de cara a la captación del receptor (insisto, incluyo patrocinadores).
El mundo está pidiendo a gritos creatividad. Demanda información nueva cada día. Nos aburren las copias, lo estandarizamos y le restamos importancia.
Fernando Alonso llama la atención por quien es y lo que ha logrado. Pero imitarle no es el mejor camino para captar nuevas miradas. Porque para ver lo mismo que vemos con él, ya está él.
Si lo pasamos a productos y Marketing: Si una marca ya te satisface tus necesidades, ¿cambiarías a otro NO conocido que te ofrece lo mismo?
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