Da gusto ver "las motos", o no?
Independientemente de la cantidad de pilotos Españoles que tenemos, es una pasada ver las parrillas repletas de pilotos, equipos, marcas y categorías.
Como siempre, llevándomelo al foco Marketing consideraría que gran culpa de este éxito a lo largo de los años es de la organización (Dorna) y de cómo se vende algo que no deja de ser un producto: "Carreras de motos".
Yendo al grano, apuntaría como principal argumento de venta por parte de Dorna la captación del cliente a lo largo de los años, es decir, la fidelización.
¿A usted le gusta un piloto de Moto3 o el antiguo 125c.c.? Pues quédese con nosotros durante los próximos años porque podrá crecer con él, podrá verle ganar y batirse el cobre según vaya ascendiendo de categorías.
Yendo al grano, apuntaría como principal argumento de venta por parte de Dorna la captación del cliente a lo largo de los años, es decir, la fidelización.
¿A usted le gusta un piloto de Moto3 o el antiguo 125c.c.? Pues quédese con nosotros durante los próximos años porque podrá crecer con él, podrá verle ganar y batirse el cobre según vaya ascendiendo de categorías.
Dorna con su programa en el Mundial crea afición. Lo que ya quisiera Bernie Ecclestone con la Fórmula 1.
Con Carmelo Ezpeleta a la cabeza se centran en hacer "carreras para Correr", y de ese éxito sale la venta de su producto en tiempo por fin de semana (muchas horas en pantalla) y en años, largas carreras profesionales de pilotos que comienzan en el certamen con 16 años y siguen diez años después integrados en el mismo producto.
La comparación (aún odiosa) con la Fórmula 1, es que ésta crea "carreras para ser vendidas", y luego se intenta que sean más o menos entretenidas.
El concepto es parecido, pero muy diferente la Ley de Enfoque aplicada. No se vende exclusivamente modas, pilotos o países. Por eso hoy quería mandar mi humilde aplauso para este tipo de estrategia comercial, la fidelización del cliente.
Sólo un apunte que si no lo digo exploto: Dorna debería tener voz en cómo las televisiones ponen su producto en escena, ya que pueden desvirtuarles su fantástico programa de carreras y pasar de ser una gran experiencia sentarse a ver las motos a un caos publicitario y un constante enfado por parte del espectador..
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