Bernie Ecclestone ya no escucha.

Interesantes datos los que he leído en la web de CarandDriver, y es que la Fórmula 1 ha perdido cuota de pantalla.

 

Datos como:

 

• La audiencia televisiva de la Fórmula 1 cayó un 34% en China (25 millones de espectadores)
• En Reino Unido las audiencias se desplomaron en 3,8 millones con respecto al 2011.
• Incluso con el nuevo GP de Austin las audiencias bajaron un 3% con respecto a la última carrera que se hizo en los Estados Unidos.

 

En la burbuja que España vive con Fernando Alonso y la cobertura mediática que se ha dado en televisión a la F1 nos ha permitido disfrutar de previos, carreras, reportajes increibles (subiendo las audiencias hasta un 11,5% en 2012). Tenemos un bicampeón del mundo, a Pedro y a Botín, lógico.
 

 

Con la perspectiva y la óptica de nuestro país sentimos la Fórmula 1 como un gran deporte. Sin embargo, el negocio real de este evento puede empezar a aburrir a quiénes de verdad buscan en él únicamente carreras. Hay personas que empiezan a estar incluso en contra de las prácticas y contratos abusivos que se firman con Mr. Ecclestone.

 

La imagen de la Fórmula 1 necesita un giro. Recientemente lo dijo Martin Withmarsh en unas declaraciones en las que aseguraba que la época del derroche se había acabado. Se debe volver al deporte.

 

Cuando distorsionas tanto la imagen de un producto el cliente pierde la visión de este. Olvida su posicionamiento y confunde, en ocasiones se desilusiona e incluso deja de consumirlo.

 

Los más antiguos se aferran a que esto siempre ha sido así. Que los pilotos de pago siempre han existido. Efectivamente, desde el karting es así. Pero la F1 transmitía otros valores y los está perdiendo. Y quizá el mayor de los antiguos, el señor Bernie Ecclestone haya perdido el rumbo completamente.

 

Excesos con los circuitos urbanos, pruebas que pasan fugazmente por los países dejándolos "torcidos" y con deudas brutales. Televisiones a las que machaca, encerrando a estas contra las cuerdas, teniendo la única alternativa de Tv de pago. Sistemas logísticos monopolísticos, etc.

Así comenzó a explotar la burbuja en el fútbol español. Hoy no se ve ni un partido en abierto. Hoy los mejores jugadores empiezan a irse a otros países. Hoy el Barça está con una deuda impresionante. El Valencia en banca rota. Hoy el fútbol Español ya no vale lo que antes.

 

Es posible que algunos defiendan que así es el negocio. Un gran error pensar que la imagen y los valores no repercuten en tus contratos con las marcas.
 

No sería de extrañar que siguieran perdiendo posicionamiento. Para empezar este 2013 ya hay un equipo menos. Y algunos de los de atrás casi en quiebra... Buscando bancos inversores. La mitad de la parrilla pilotos pasajeros, no enganchan ni enamoran. Muñecos.