Aún siendo el Elegido, no puedes ser piloto sin tener pegatinas.

Aproximadamente hace 8 o 9 años que chatee con él por primera vez. Tendríamos 12 o 13 años y nos conocimos en el Chat de Motor de Terra, no podía ser otro.

Por entonces Tuenti, Facebook, Twitter ni existían.

Aunque teníamos la misma edad y las mismas pasiones (las carreras de coches) él ya era piloto y yo un simple aficionado.

A veces me compraba la revista Auto Hedbo y allí ¡le veía!. Presumía con los míos de conocer a ese piloto que salía por Europa a correr en Karting.

Hoy os voy a contar la historia de un grandísimo piloto, que por falta de pegatinas (dinero/ patrocinadores) no pudo llegar más lejos:

Os hablo de Carlos Álvarez Córdoba. Piloto de 24 años de edad, nacido en Barcelona.

La primera vez que se subió a un kart fue en 1998 en el Kartodromo de Cataluña. Me contaba hoy que un vecino se compró un kart, y con la tradición que de padres moteros él tenía, les terminó pidiendo uno.

No sabía que lo que empezó como un hobbie le llevaría por todo Italia, Dinamarca, Francia, Portugal y por supuesto España de circuito en circuito de Karting.

Pero así fue, para los que entendemos un poco de Karting que entre 2001 y 2002 corriera: Dos trofeos de Campeones, Open Italiano, Trofeo de la Industría, Campeonato de Europa y el prestigioso Trofeo Andrea Margutti, además del Nacional y Catalán es una auténtica pasada.

En esas parrillas peleó con pilotos españoles como Dani Clos (Piloto Gp2), Miguel Molina (Piloto Audi DTM) o extranjeros como Eduardo Mortara (Gp2), Felipe Alburquerque (DTM), Martin Plowman (piloto Indy), Jerome Dambrosio (Fórmula 1), incluso el mismísimo Sebastian Vettel (Bicampeón del Mundo de Fórmula 1)

Me comentaba que: "En los Campeonatos Europeos éramos 150 pilotos y algunos de los que están ahora en categorías y equipos de la élite ni siquiera se clasificaban para la final".

Mientras tanto, en España la compañía Repsol lanza una promoción para jóvenes pilotos. Se llamó REPSOL Racing For Spain donde se presentaron más de 7.500 solicitudes.

Carlos vió el anuncio por televisión un día comiendo en casa y su hermano le dijo que se tenía que inscribir.

Así lo hizo su padre. Al día siguiente, en la gasolinera Repsol más cercana a su domicilio en Barcelona inscribió a su hijo que más tarde sería seleccionado entre los 1.500 primeros para una prueba eliminatoria de karting en Salou.

Se dividió por zona geográfica, seleccionando a los cinco mejores de cada comunidad autónoma, y de ahí saldrían los 35 finalistas hacia el Circuito de Jarama.

Carlos quedó entre esos cinco primeros de Cataluña (que no es porque sea mi amigo, pero tiene muchísimo mérito, porque insisto, los que sabemos de karting, conocemos el nivel de pilotos y equipos de allí, y es espectacular.)

Ya en el circuito del Jarama, hicieron varias resistencias físicas que superó con facilidad. Además, tuvieron que pasar varias pruebas con turismos (Seat Ibiza Copa) tanto en pistas deslizantes como en el trazado madrileño.

De ahí quedaron ocho finalistas que volverían al día siguiente. Carlos, volvía.

Era el día de rodar con el Fórmula Toyota, y Carlos era la primera vez que se montaba en uno.

Le acompañaban pilotos como Javier Villa (Piloto con actual extenso palmarés: Gp2, Campeonato del Mundo de turismos.) Dani Clos, etc etc...

Tras varias indicaciones en un largo briefing con el mismísimo Pedro Martínez De La Rosa, a Carlos le tocaba salir a pista el primero.

Salió a dar sus tres vueltas bajo la presión del cronómetro, hizo la vuelta rápida del día, que nadie ya le quitó después.

Así, Carlos fue el Elegido por Respol junto con Javi Villa para la temporada 2003, con el compromiso de correr de manera semi-financiada la Fórmula Junior.

Cuando le he preguntado: Dime lo mejor de esta temporada, me ha dicho esto:

"Fue increible. Me hicieron un montón de entrevistas en radio y televisión, un anuncio de televisión... Y con la carrera que me quedo es con Monza. Era mi segunda carrera con este coche. Éramos más de 30 coches, pilotos de toda Europa y quedé cuarto en las dos mangas."

Esta temporada con Repsol, fue el Rookie del año, quedando quinto en el Campeonato (su compañero terminó el vigésimo).

La temporada siguiente, sin financiación por parte de patrocinadores (Repsol no amplió el contrato), sólo pudo disputar tres pruebas del Campeonato Nacional de Fórmula Junior.

Sería en el año 2005 cuando decide junto a su familia intentar disputar el Campeonato de España de Fórmula 3.

Me confesaba Carlos que ir tan ajustado de presupuesto te limita el número de Test que puedes hacer. El desarrollo del coche o el tener en mente que si rompes el f´romula todo se acabó, te resta.

"...Normalmente los que tienen dinero son los más rápidos porque pueden entrenar mucho más que los demás, tienen el mejor material y equipo y les da igual arriesgar y romper el coche. Cuando sabes que si rompes algo tu padre es el que paga... cambia mucho la cosa".

Durante esta temporada no llevó ni radio, ni adquisición de datos en su F3, por lo tanto, el desarrollo del coche era prácticamente nulo.

Es al finalizar este año cuando decide de nuevo junto a su familia, que económicamente era inviable.

"Nos dimos cuenta que si no tenías dinero daban igual los resultados y vimos que era una tontería seguir luchando." 

Deciden, probablemente debido a esa frustración, no volver a pisar un circuito en mucho tiempo. Me decía hoy Carlos que su padre tardó cinco años en volver a a una pista.

Pero él, como piloto que lleva el mundo de los coches y las carreras por las venas, a los cuatro años regresó como instructor de escuelas de conducción.

Fue allí donde el distribuidor de KTM X-Bow en España se fija en él y le propone ser piloto para desarrollar el coche con vistas a la prueba de resistencia de los 500 kilómetros de Alcañiz en Motorland.

Carlos aceptó, y empezó en 2010 el último gran reto deportivo como piloto, donde volvió a demostrar que era el Elegido, pero esta vez le pusieron pegatinas. Esta vez él no tenía que pagar nada, simplemente enfundarse el mono, ponerse el casco y correr, lo que mejor sabe hacer.

Así fue, y así lo hizo. Se presentó en Alcañiz y puso el KTM tercero en parrilla de saliada con un total de más de sesenta participantes.

Tras el semáforo rojo, tardó dos vueltas en ponerse segundo en carrera y primero de su categoría aún con un coche que no estaba diseñado para circuitos.

Su compañero de equipo, con el handicap de que se presentaba a la prueba como su primera experiencia en carreras de automovilismo fue el motivo de no poder conseguir mejor resultado, haciendo Carlos vueltas hasta treinta segundos más rápidas.

De cualquier manera sólo fue una demostración más de que aunque Carlos siempre ha sido el señalado como el Elegido, como el mejor para pilotar, sin medios económicos, uno NO puede ser piloto.

Se que esta injusticia existió y existirá toda la vida, pero a mi me apetecía contarlo. Quería poner un caso muy claro que explica que tras todas las pegatinas y acciones comerciales que vemos en coches y monos de carreras de competición, hay pilotos, y no necesariamente siempre son los mejores.

Los mejores, como vemos, a veces se tiran la vida luchando.

Simplemente y por último agradecerle públicamente esta entrevista que le propuse ya que he disfrutado muchísimo preparándola con él.

Es un placer ocho años después, poder seguir presumiendo de amistad.

Mucha suerte para el futuro Carlos.